El monte Arlas es uno de los más reconocibles de los Pirineos navarros. Tiene forma de pirámide y, con sus poco más de 2.000 metros, es uno de los gigantes más accesibles de la zona. Más bien, queda empequeñecido ante los hermanos mayores que tiene a su alrededor.
Y, sin embargo, aquel día de invierno que llegamos a su base... leche, bien altivo que se nos presentaba el modesto monte. Fijaos en la parte izquierda de la fotografía. Si tenéis buena vista veréis un par de siluetas que inician la ascensión. Se les ve pequeño.
¿Cómo narices harán los montañeros para subir un 8.000?
jueves, 24 de julio de 2008
¿Cómo narices...?
miércoles, 23 de julio de 2008
Regla básica número 1: adiós al mundo triste
Se hace saber que, en un rápido vistazo, se han detectado demasiados blogs sin atisvos de esperanza, demasiados "post" melancólicos y tristones, de esos de lágrima fácil y pañuelo de mocos directo a la nariz.
En consecuencia, desde este blog se aplica desde hoy y hasta siempre la regal básica número 1, aquella que despide con un sonoro beso y una patada en el trasero a todo lo relacionado con el mundo triste.
Y para todo aquel que se atreva siquiera a mentarlo, por pequeña que sea la referencia, tendrá que hacer frente a las consecuencias que supone recibir, en toda la cara, una explosión de flores como la de la foto.
Y el que avisa no es traidor :-))
martes, 22 de julio de 2008
Juegos de la edad tardía
Estaba en la playa de Bidart, en la Aquitania francesa, ensimismado en sus labores de construcción. A unos metros, el que suponemos que era su nieto le miraba sin apartar los ojos del agujero que empezaba a hacerse cada vez más grande. Difícil precisar quién se lo estaba pasando mejor, si abuelo o nieto.
Lo curioso de esta foto es que sugiere una historia diferente a todo el que la ve. Un buen fotógrafo y apasionado de la música aseguró al verla en Flickr: "De mayor quiero aprender a ser pequeño". Quizá por eso es una de las fotos favoritas de Cristi.
lunes, 21 de julio de 2008
Fascinación
En el acuario de Sidney, este niño quiso ser pez. Dicen que resulta difícil captar la atención de los jóvenes de hoy, acostumbrados desde muy pequeños a no sorprenderse por nada. Por un instante, este niño vio una naturaleza jamás imaginada y quedó fascinado. Batalla ganada.
Mundo pequeño
Ni grandes fotógrafos ni grandes escritores. Y aquí nos veis, mostrando nuestra fotos y contando nuestras historias. Sólo ojos lo suficientemente grandes como para ver un mundo pequeño que, a veces, se nos escapa. Una foto da pie a desperezar la imaginación. Es entonces cuando esa imagen cobra vida y sus figuras se transforman en personas. Sería fantástico que os gustaran.